Dedicado a mis niños, y aquellos educadores, educadoras, padres y madres que quieran que sus hijos e hijas recuerden lo que aprendieron y aprendan otra cosita más.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Educar con Cuentos.

Cuentos por edades.

De 1 a 2 años:

Sus ojitos se abren de par en par cuando le enseñamos en el cuento el dibujo de un niño que se llama igual que él. ¡Qué casualidad! Y además…tiene un perro, un gato, un coche, un tren… ¡como él! Se emociona, intenta decir algo pero…acaba gritando al libro y señalando al mismo tiempo las imágenes que ha reconocido.

Preséntale historias simples de niños como él, de argumento tan sencillo como ir al parque, tirarse por el tobogán, jugar con los amigos, ensuciarse las manos con barro… O historias de animales a los que él puede cuidar y abrazar.
Seamos exigentes con las imágenes del libro y con la calidad de la fotografía. Deben ser fácilmente identificables y que den impresión de realidad.

Le gusta "leer" en todas partes y a todas horas: en el baño, entre cucharada y cucharada de sopa... Son libros adaptados a las peculiares condiciones de nuestros pequeños lectores, hechos con materiales resistentes como cartón, plástico, tela… Les muestran texturas variadas y les permite reconocer en los libros el terciopelo, la lana, la arena…Otros proporcionan pequeñas marionetas para representar las historias o animales de peluche protagonistas del cuento.

De 3 a 4 años:

"¿Y por qué se pierden en el bosque? ¿Por qué se comió el pastel? ¿Por qué su mamá se enfada con él?"…
Nuestros hijos comienzan a ser exigentes con los cuentos, con nuestros argumentos y explicaciones. Quieren comprender y no perderse nada. Tendremos que proporcionar a nuestro hijo historias sencillas, afectivas y de acción lineal, que no sean complejas ni excesivamente largas.
Las primeras historias que contaremos son aquellas en las que aparecen elementos que a nuestro hijo le son familiares y que encuentra en su vida habitualmente: nosotros, el perro, el gato, la hormiga, etc. Le interesan los relatos formados por episodios similares a los de su vida cotidiana: levantarse, desayunar, lavarse los dientes, etc.

Los cuentos de animales les fascinan. Estos personajes pueden estar humanizados o no y ser los protagonistas de narraciones reales o ficticias. De todas formas, les encantarán.

Las repeticiones rimadas son ideales porque la capacidad de imitación a esta edad es extraordinaria. El pequeño aprende las rimas y es capaz de repetirlas imitando incluso la voz y los gestos de quien se las enseña. De hecho, a estas edades, nuestro hijo está aprendiendo a expresar con palabras muchas de las realidades que hasta ahora no podía ni siquiera nombrar. En ocasiones lo hace arriesgándose porque su conocimiento de la lengua todavía es limitado, en otras lo hace como parte de un juego en el que resulta gracioso pronunciar cosas que no tienen mucho sentido para los adultos que las oímos. Aquellos cuentos que tengan juegos de palabras, aunque sólo sea en el nombre de los personajes o lugares que aparecen en la historia, les parecerán muy divertidos.
Repitiendo rimas y nombres formados a partir de juegos de palabras perfeccionará su pronunciación.

Además de los cuentos, le fascinará escuchar nuestra versión sobre alguna historia real protagonizada por él mismo en su infancia o por algún miembro de su familia.

De 5 a 7 años:

Ahora quieren gigantes, enanos, sirenas, dragones. Ahora castillos, príncipes y princesas, habichuelas mágicas y hadas complacientes. Quieren fantasía y creatividad. Su expresión oral y su comprensión les permiten exigir calidad en sus cuentos, emoción e imaginación. Es el momento de contarle los cuentos de hadas con argumentos sencillos como Blancanieves, Pulgarcito, La reina mora y Las Hadas."

Preferencias de los niños durante este periodo:
  • Cuentos con estructura repetitiva: cada repetición hace que el cuento sea más familiar y reduce en nuestro hijo el esfuerzo de atención. La repetición, además, le estimula intelectualmente para seguir sin perderse un encadenamiento de aventuras. Por ejemplo: Rizos de Oro, Cuentos de animales.
  • Cuentos con elementos familiares: a los niños les cuesta prestar atención durante mucho rato, por eso prefieren una historia que ya conocen antes que un cuento nuevo. Para crear un mundo nuevo la imaginación debe partir de material viejo.
  • Cuentos de acción rápida: cuanto más rápido se suceden los acontecimientos de la historia más atención nos prestará nuestro hijo al explicarle el cuento.
No te desanimes si al principio tu hijo se distrae. Empezará a prestar atención a medida que vaya comprendiendo e interesándose por la trama y las aventuras de los personajes.

De 6 a 7 años:

Con 6 y 7 años los niños se sienten fascinados por los cuentos de aventuras en los que aparecen héroes. Buscan emoción tanto en el argumento como en la descripción de los personajes. Os aconsejo los cuentos de hadas de Grimm y Perrault y aquellos cuentos mágicos que tengan valor moral o que les enseñen los valores importantes de la vida. A esta edad, disfruta con los relatos donde los protagonistas son humanos y donde aparecen personajes secundarios.

Nuestro hijo empezará a descubrir que las inquietudes o pequeños problemas que pueda tener también les ocurren a sus personajes favoritos. Es el momento de introducir cuentos que aporten una enseñanza personalizada a nuestro hijo. Por ejemplo, si dice muchas palabrotas le podemos contar el cuento de un niño que se creía más importante que los demás por decir estas palabras… y así ir desarrollando la historia ejemplificando que, por decir palabrotas, no le prestarán más atención.

Preferencias de los niños durante este periodo:
  • Cuentos de ambiente familiar: en casa, en la escuela, en el zoo.
  • Cuentos de folklore: fiestas populares de tu pueblo o ciudad.
  • Cuentos con humor o con cierta ironía: niños traviesos, despistados, atolondrados.
  • Fábulas: te recomendamos que actualices las fábulas de siempre con personajes del momento.
  • Leyendas: preferiblemente las relacionadas con el entorno de tu hijo.
  • Cuentos fantásticos: esperará con atención el desenlace final.

De 8 a 12 años:

A partir de los ocho años empieza a despertarse la emoción artística en tus hijos. Les interesa la descripción detallada del relato. Todas aquellas historias emocionantes o que les mantengan en vilo hasta el final les harán identificarse con los personajes y sentirse parte de la historia.

No olvides que tú juegas un papel muy importante.
Tu forma de explicar la historia y de describir los personajes hará que les fascine más o menos el relato.

A esta edad es frecuente que tu hijo te pregunte: "¿Esto pasó de verdad?" o "¿Esta historia es verdadera?". Para satisfacerle procura contarle narraciones históricas, científicas o personales (le encantará que le cuentes anécdotas de tu infancia).
Tampoco hace falta que abandones la ficción del todo; no todos hemos viajado por los cinco continentes ni nos hemos bañado en los Mares del Sur, pero podemos poner un poco de salsa a la historia.

Si la anécdota no es del todo cierta debes decir la verdad a tu hijo: "Más o menos me ocurrió algo parecido pero he adornado un poco la historia para hacerla más divertida. ¿Te ha gustado?".

La narración de cuentos no deja de ser una primera "lectura oral" que puede ayudar a que se despierte en tu hijo el placer por la lectura.

A partir de los ocho años es muy probable que tu hijo prefiera leer sus propios libros a que tú le cuentes historias. Sentirá predilección por algunos temas en especial: aventuras, poesía, historias de pandillas, libros de humor, libros informativos, países diversos, animales, ciencia, deportes, invención y juegos, etc.… Alrededor de los 12 años comienzan a interesarse por libros de suspense e intriga, aventuras peligrosas, novelas realistas, biografías…

Información obtenida de www.solohijos.com.